Si
entendemos por disciplina, un orden, una conducta, un comportamiento que se
basa en un respeto, podemos decir que es necesaria en las clases.
El
respeto es la base del buen funcionamiento en las aulas, tanto por parte del
alumno al profesor y a los compañeros, como en el sentido contrario.
El
orden se consigue con una serie de normas
que han de plantearse dentro de la clase para que todo transcurra sin
problemas. Y por ello es necesario que se cree un código de reglas que han de
cumplirse, como pueden ser, puntualidad, silencio, no utilizar los móviles, no
levantarse en mitad de una clase, risas, no interrumpir la explicación de un
profesor, o la exposición del trabajo de un compañero, etc. Todo ello nos llevará
a que el ritmo de la clase sea mejor y más rápido.
Pero
hay que tener muy claro que mantener la disciplina en un grupo es una tarea que
resulta muy difícil y complicada, puesto que supone ciertas restricciones que a
veces son difíciles de cumplir.
Hay
que tener muy claro que no podría darse la convivencia si no existiera la
disciplina. Claro ejemplo de que es necesaria esta disciplina lo observamos en
nuestra propia familia o en una comunidad de vecinos. ¿Cómo resultaría nuestra
familia si no hubiera un respeto en casa tanto a nuestros padres como a
nuestros hermanos?
Pero
la parte negativa de esta disciplina sería cuando se impusiera la autoridad por
la fuerza. En este caso no sería necesaria. El buen funcionamiento debe surgir
con una buena relación entre las diferentes partes. Claro que si en una clase,
el respeto hacia los demás se pierde, por ejemplo, tiene que llevar un castigo
o una llamada de atención para que no vuelva a repetirse.